No soy amiga de las fotos, al contrario, por lo gral las detesto. Pero en esta ocasión haré una excepción y voy a subir dos fotos que representan momentos y personas importantes en mi hoy por hoy

Hace un tiempo, no demasiado, se me presentó una circunstancia en la que tuve que tomar una decisión. Elegir entre A o B. Odio tomar este tipo de decisiones, soy insegura, trabajo mal bajo presión, me pongo incomoda. Fantaseé con dejar todo como estaba, esconderme bajo un sillón y esperar a que pase el tiempo. Sin embargo, no lo hice: esta vez elegí. Me deje guiar por mi corazón e hice lo que sentía, lo que REALMENTE creí que era lo que me iba a hacer feliz, ni siquiera pasó por mi mente, fue todo sentimiento.
Ahora, unas semanitas después, me doy cuenta de que me equivoqué. Mi corazón tomo una decisión equivocada y la opción que elegí no era la correcta: no solo no me hizo bien, sino que me lastimó un poco. Afortunadamente, pude detener todo antes de que me lastime demasiado. No se si estoy a tiempo tomar la otra alternativa, espero. Sino, no importa: ya habrá más. Aprendí. Bastante. No me arrepiento, porque hice lo que sentia, y tampoco no estoy enojada con mi corazón, bastante inexperto es. Todavía nos quedan varias batallas contra el vacío.

La alegría del findesemana se desvanece lentamente. No es que este triste, es que estoy en un estado rutinario. Estoy bien.

he visto todo

podría decir mil cosas, pero la belleza de esta canción y este video no necesita de mis palabras

casi casi

casi casi, sin quererlo, sin proponermelo y sin pensarlo, me olvide. Simplemente me olvide de todo lo que me hacía mal. Y sonreí. Y me reí. Tanto que me dolió la panza. Y agradecí a la vida, por haberme regalado este día de felicidad.
FELICIDAD PURA 24 HORAS COMPLETAS DE FELICIDAD

Casi casi como si mis ánimos se hubiesen mimetizado con el tiempo, hoy paró la tormenta y un rayito de sol asomó en mis días. Me visitaron la calma y la paz. ¿Cuánto tiempo se quedaran conmigo?
Armonía, otra vez. Cada vez me convenzo más de lo circular que es mi vida.


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visto y considerando que soy pseudomillonaria, pese a aun no haber cobrado el aguinaldo voy a comprarme muchos libros para alimentar mi espíritu :D

Voy a cerrar los ojos. Y a decir que todo esta bien. Lo voy a decir hasta quedarme dormida y hasta dejar de pensar. Pero ni siquiera eso, mientras duermo sueño y sigo pensado. Y acá estoy, comiendo los papeles que te escribí. Las cosas mas hermosas que pudieron haber salido de mi, vuelen a entrar pero esta vez me están destruyendo.
No, de nuevo. Voy a repetirme que todo esta bien hasta creérmelo. Hasta que sea verdad. Porque si lo podes soñar, lo podes crear. Al menos eso me dijeron. Y le voy a agradecer a F que me deje mandarle mensajes, aunque no voy a confiar en él. Porque tengo que ser fuerte y poder yo sola. Porque yo quiero estar bien. ¿Quiero? No sé. Me voy a convencer que sí. Hasta que suceda. Hasta que este bien. Hasta que se me vaya esta sensación horrible de vacío. Hasta que entienda que todo este bien, y hasta que este todo bien. Hasta que pueda dejar de comer papel. Voy a seguirme repitiendo, convenciendo y asegurándome de que todo este bien: hasta que se me vaya el insomnio, hasta que crea en mí.
Cuando deje de tener miedo, cuando deje de soñar imposibles, cuando entienda que esos abrazos no van a venir, cuando pueda dejar de llorar, cuando dejes de existir, cuando empiece a existir. Ahí voy a estar bien. No quiero remedios pasajeros. Quiero estar bien.

assignment II

B +





A New Concept of Life

Angie was feeling pretty anxious that hot summer morning as she was on her way towards the port to welcome her father – a sailor that had put out to sea about six moths before-. She was so blissful because of her father’s homecoming that her attention was caught by little things she had never noticed before, such as the leaves swirling and rustling in the breeze and the colourful butterflies dancing around her.
She arrived at the harbour and contemplated tenderly the families that were warmly welcoming the sailors. However, a feeling of alarm invaded her when a marine, who looked rather worried, came towards her and asked whether she was Mr Jones’ relative. Confused, she asked innocently what was wrong. The man led her to a private room where some officers were having a meeting. They coldly explained to her that her father had become very ill and after some days of agony he had died. They gave her a little box containing a precious golden bracelet and a short letter that Mr. Jones had left for her and after that they continued with their tasks.
As soon as she left the room, she burst out into tears and ran towards her home wishing to find some calm. Still, she didn’t. Feeling dejected, Angie gazed at an old picture of her father and began to evoke their earliest memories. Suddenly, a ring at the door interrupted her recollection. It was the postman who had a letter for her. Angie felt curious since she wasn’t expecting anything. Not until she read it did she realize that that letter was her pregnancy test result: she was expecting a baby. She had been so mournful that she had forgotten all about that. Angie felt cheerful, though she couldn’t help feeling sorrowful. On the one hand the most important person in her life had passed away; on the other hand a new life was coming.
She looked trough the window and distinguished a shooting star in the sky. Tears tickled down her face. Angie understood death was an unavoidable part of life. Now, it was her turn to be strong and bring up the baby she was expecting as her father had done with her. Little by little the feelings of mourn and grief began to subside. Deep inside, she knew somebody was watching over them.